El Rin, uno de los principales ríos de Europa y que, históricamente ha sido una importante ruta de comercio, se seca.
Y esto plantea grandes problemas para las personas y las empresas que dependen de él.
El capitán Andre Kimpel observa con experiencia, pero preocupado, el río y cómo los niveles del agua han disminuido significativamente en los últimos días mientras Europa vive un verano largo y caluroso.
Varios servicios de ferry en Kaub (Alemania) y sus alrededores se han visto obligados a parar, pero Kimpel sigue transportando a personas y sus automóviles a través del agua hasta la orilla opuesta, por ahora.
«Esto es serio», dice mientras navega por el agua que brilla bajo el sol de verano. «Tenemos 1,5 mde agua y nuestro bote tiene 1,20 m de profundidad. Así que nos quedan 30 centímetros de agua debajo de nosotros».