Habla Barranquilla acudió al llamado de la comunidad del Mercado público EPM para atender la problemática que enfrentan debido a las lluvias y las fallas en la infraestructura de este mercado.
Estos comerciantes solicitaron el acompañamiento de los medios de comunicación para denunciar públicamente las problemáticas que les han venido afectando y la falta de atención por parte del Distrito de Barranquilla y Edubar para brindar solución.
Al Mercado Público EPM, ubicado en las antiguas Empresas Públicas Municipales en la carrera 45 entre la calle 30 y la 32, hizo presencia también RCN, con su corresponsal Norelys Fragozo para poner en comunicación a los comerciantes con Lao Herrera, Director de Alerta Barranquilla.
En esta transmisión en directo Habla Aída León, una de las comerciantes que tiene un local en este mercado público, en el que funciona una farmacia, quien denuncia las pérdidas económicas qué ha sufrido ya que su mercancía recibe el agua de las lluvias a través de huecos que, según manifiesta, ingenieros contratados por Edubar hicieron en el plafón de concreto del techo del mercado y que no quedaron bien sellados. Así como Aida son varios los comerciantes que afrontan la misma situación.
por otro lado está Rafael Castro quién cuenta que tiene un local destinado para cuarto frío de pescadería y denuncia qué lleva más de 6 meses sin poder trabajar debido a una falla en el regulador de energía instalado por la empresa Air-e que no le brinda el voltaje suficiente para que funcione la maquinaria del cuarto frío y además presenta también la afectación con el tema de las lluvias ya que en la entrada del local desaguan las canales del techo del mercado.
Habla Barranquilla también atendió El clamor de Ninfa Rizo, quien manifiesta ser parte del grupo de las madres cabeza de familia a quienes el Distrito de Barranquilla prometió un local de cocina en este mercado y denuncia que le han entregado locales a personas que nunca habían trabajado en ese mercado y a ella que lleva más de 11 años trabajando en las cocinas del mercado junto con otras madres cabeza de familia y mujeres de la tercera edad, algunas hasta con más años que Ninfa de estar presentes en este mercado, no les han asignado un local y las tienen en el parqueadero bajo lluvia y sol, debido a las filtraciones de un techo mal improvisado, lo que les ha ocasionado incluso problemas de salud ya que están expuestas al calor de los fogones y de repente se les viene encima la lluvia ocasionando, a la mayoría, dolores articulares y espasmos musculares, con parálisis y atrofia de los tejidos por cambios bruscos de temperatura.
Ninfa también expuso que considera que hay situaciones de desigualdad y falta de equidad en el manejo de las entregas de los locales, ya que el Distrito ha negociado y vendido varios de los locales a comerciantes nuevos y que la finalidad de haber intervenido este mercado era para organizar y dignificar a los comerciantes que habían trabajado siempre ahí y, según dice Ninfa, esas promesas no se han cumplido.
Esta misma situación la plantea Vilma Vargas, con el agravante qué, según nos cuenta, a ella la sacaron del mercado luego de 27 años de trabajar en el parqueadero y su puesto de trabajo se lo dieron a una persona que nunca había trabajado ahí, mientras a ella nadie le resuelve su situación.
Por otro lado está Guillermo Gómez, quién manifiesta que el mercado tiene más de 400 locales y solo están en funcionamiento alrededor de 30, debido a la falta de asignación de los locales por parte del Distrito y Edubar, entidades que administran este mercado y a su vez esta comunidad denuncia por la falta de atención a las problemáticas y al llamado de auxilio de los comerciantes que siguen presentes en pie de lucha a pesar de todas las adversidades que afrontan, entre las que menciona la falta de puertas de acceso al mercado, falta de visibilidad como punto Comercial, ya que se encuentra encerrado de tal forma que parece una bodega, lo que conlleva a las escasas visitas de clientes y se traduce a pocas ventas y sumado a esto está las fallas en el diseño estructural que no permite una buena ventilación pero si las filtraciones de agua por las lluvias, lo que representa pérdidas económicas para ellos por daños a sus sus mercancías.
