Este domingo 8 de enero, seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, asaltaron el Congreso de la República en oposición al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien solamente lleva una semana en el poder.
Los bolsonaristas se niegan aceptar la elección de Lula como nuevo mandatario de la nación carioca, por lo que retiraron las vallas de seguridad que los separaba del Congreso brasileño y decenas de ellos subieron por la rampa del edificio hacia la azotea.
Las imágenes recuerdan mucho a los sucedido en el asalto al Capitolio en Estados Unidos en 2021, luego de que el expresidente Donald Trump perdiera las elecciones ante Joe Biden, actual mandatario norteamericano.
Por su parte, el mandatario brasileño condenó este hecho cometido por los seguidores de Bolsonaro, responsabilizando por su paso al exjefe de Estado de ser el promotor de estos actos. Además, firmó un decreto declarando una intervención federal en Brasilia, invocando poderes especiales para restaurar la ley y el orden en la capital.
«Descubriremos quiénes son estos vándalos y serán castigados con toda la fuerza de la ley», dijo Lula desde la ciudad de Araraquara, en el estado de Sao Paulo.
Sin embargo, Bolsonaro, quien se encuentra de vacaciones en Estados Unidos, a través de sus redes sociales, condenó este acto hecho por sus seguidores; además, negó las acusaciones de su sucesor.
«Las manifestaciones pacíficas, dentro de la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, el vandalismo y las invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla», manifestó el exmandatario en sus redes sociales.
Por otra parte, diferentes presidentes de la región latinoamericana, como Gabriel Boric, de Chile; Alberto Fernández, de Argentina; Gustavo Petro, de Colombia; entre otros, respaldaron al presidente Lula y condenaron los actos vandálicos.
