Un periodista que no es aburrido, que no es sensacionalista, no mide su imagen con votación, informa con imparcialidad las noticias de interés público en el atlántico, que entra al espacio comunicativo con amor a la vida, con una reflexión amorosa y con espíritu abierto a hacer el bien, que escucha a los oyentes, y comparte con ellos sus calamidades, necesidades y emociones siempre orientándolos a la cordura y, su incansable defensa por el bien común nacional y sobre todo por amor al departamento y a nuestra querida Barranquilla, es el mejor ejemplo de ciudadanía y profesionalismo periodístico que ha marcado durante muchas décadas la historia de la comunicación en la costa atlántica.
Lao nos hace entender sobre la verdad y percepción de la verdad que: “Nada real puede ser amenazado” “nada irreal existe”; que en esto radica la Paz de Dios.
Lao distingue el conocimiento de la percepción cuando afirma “El conocimiento es la verdad y está regido por Ley de Dios”.
Siempre nos informa que la verdad es inalterable, eterna e inequívoca, que es posible no reconocerla, pero es imposible cambiarla.
Cuando en las mañanas nos conecta a amar la vida y la existencia con respeto a los valores, las creencias y la verdad permite conducir los espíritus de este departamento a la paz y a la esperanza que si se puede cambiar para bien de todos y de este país.
Nos hace entender este gran periodista que “La percepción es una función del cuerpo y, por lo tanto, supone limitaciones de la conciencia”.
La percepción ve a través de los ojos del cuerpo y oye a través de sus oídos, por lo tanto, produce limitadas reacciones que este cuerpo tiene.
Nos enseña Lao con esto que, el cuerpo aparenta ser, en gran medida auto-motivado e independiente, pero que en realidad solo responde a las intenciones de la mente.
Y concluyo sobre su forma de pensar la cual nos indica que “Si la mente utiliza el cuerpo para atacar, sea de la forma que sea, el cuerpo se convierte en la victima de la enfermedad, la vejez y la decrepitud”.
Concluye “Si la mente, en cambio acepta el propósito del espíritu santo, el cuerpo se convierte en un medio eficaz para comunicarse con otro, invulnerable mientras se le necesite.
“El cuerpo es neutro como lo es todo lo de la percepción. Utilizarlo para los objetivos del ego o para los del espíritu santo depende enteramente de lo que la mente elija”.
Con estas breves afirmaciones podemos decir que con Lao Herrera estamos con el Tribuno del Pueblo y el mejor periodista de la Costa.
Por Adolfo Marchena